El resultado fue exitoso, McQueen regresó encantado, contándome del Mamut, de la tumba de tiro, y de las pinturas religiosas que hay en el museo. Mi esposo dice que no paraba de hacer preguntas, así es mi hijo, lleno de curiosidad y ganas de conocer el mundo.
El Museo Regional es un lugar muy recomendable, el edificio en sí, y su historia, son joyas de la ciudad.
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